Cuál es la de plástico, cuál es la de vidrio?

Yendo de la cama al living...o del living a la cama.

Nos ibamos a encontrar por su barrio, por que él siempre venía por donde yo vivía y era lo que correspondía. Me tenia que tomar el subte y hacer una combinación y él me iba a esperar en la boca del subte. Habíamos estado hablando de una competencia de metegol porque yo jugaba muy bien y estaba segura de poder ganarle. La cosa hasta el momento había sido muy controlada, todo en territorio conocido. Generalmente ibamos a alguna plaza y nos tirabamos a conversar por horas. Y ese día no me percaté de los peligros que supone adentrarse en territorio enemigo con una excusa tan vaga como una competencia de metegol. Asique llegué, medio distraía mirando no se qué pavada que me llamó la atención en el subte. Salí del subte y él estaba ahí, esperandome....con su perro. Con su pero?!?!?! Si, su fucking perro. Fue como en una película, primero apareció él y unos segundos después, de la nada, sale esta miniatura peluda blanca y negra. Debo reconocer que me desconcertó un poco. Y la plaza? Y la compretencia de metegol? Ibamos a estar con el perro todo el tiempo? Ibamos a pasar por sucasa a dejarlo? YO iba a estar en SU casa? Y si estaba su familia? Y si no!?!??! Todo estas preguntas seguían agolpandose en mi mente cuando estuve frente a él. Lo saludé y sólo pude atinar a saludar a su perro o bestia infernal debería decir, ya que empezó a ladrarme y trató de morderme y si no fuera porque lo cuasi-ahorcó con la correa, me sacaba un dedo. Y empezamos a caminar, a conversar (por suerte el rope se tranquilizó) y llegamos a su casa. Como era un primer piso, subimos por escaleras. Tras un hondo suspiro entré al departamento que parecía vacío, salvo por la presencia del can de demonio quien desde que cerramos la puerta no paró de ladrarME. Antes de que cualquier cosa pudiera suceder, se me ocurrió pedir un vaso de agua, así tenia tiempo de pensar la mejor forma de salir corriendo de ahí lo más rápido posible. Entonces, mientras me tomaba toda el agua de un sorbo y trataba de concentrarme a pesar de los constantes ladridros del "perrito" se me ocurrió una idea genial. Fue ahí cuando pensé "vos vas a ser mi boleto de salida, perro endemoniado". Entonces, muy como quien no quiere la cosa empecé con mi plan y dije: "Che, tu perro me odia". A lo que él contesta: "No te hagas drama, ahora nos encerramos en mi cuarto y no jode mas" QUEEEE?!?!?!?! NO!NO! ABORT MISSION!! Encerrados en su cuarto... La cosa se estaba poniendo gris.... Como último intento de cambiar el curso de la historia le recordé nuestro campeonato de metegol, pero no le importó demasiado y dijo preferir escuchar un poco de música en su cuarto. Y ahí estaba yo, en el umbral de su guarida. Era como un pasillo. De un lado, la cama y enfrente, un escritorio. Había un espacio de unos 40 cm de paso y hacia el final una compu con una silla, una guitarra y una ventana. Me sentía como en el mokey island, teniendo que descifrar como combinar los elementos que tenia para poder escapar. Lo primero que pensé fue en ir a la ventana y fingir admiración por el panorama y quedarme MUCHO tiempo ahí... hasta que él se aburriera de que yo estuviera pelotudizada con la mediocre vista y nos fuesemos. Para mi sorpresa, cuando llegué a la ventana redescrubrí que estabamos en un primer piso que encima daba al aire y luz del edificio! No se veia nada, una pared y una ventana con la perciana baja.... Y lo peor, me había metido hasta el fondo del cuarto y él había cerrado la puerta, ya no había escapatoria. Cuando me di vuelta, para reevaluar opciones, él ya estaba despatarrado en la cama y había tenido la consideración de dejarme un espacio del menor tamaño posible, para que yo también me pusiera cómoda...Y ahí se fueron la plaza, la competencia y.... se hizo un poco larga la historia... y yo estoy un poco cansada de escribir... así que dejamos la segunda parte para otro día. Mientras tanto: Enjoy!