Cuál es la de plástico, cuál es la de vidrio?

¿Porqué siempre que aparece un hombre (que no es pastelero o quesero) en una publicidad cocinando esta cortando algo?

Recién leí una historia que me disparó un recuerdo. El forro en la sociedad... La primera vez que ví y toqué un forro en vivo y en direco tenía 8 o 9 años... y fue el día que tomé mi primera comunión.. no se.. algo torcido hay en mi, que se manifiesta desde mi niñez. La historia de hoy, sin embargo, no me tiene como protagonista. Estaba en la farmacia de mi abuela, ocupándome de la caja, cobrar y dar vueltos. Tarea que parece sencilla, pero lejos está de serlo. Mucho peor era bancarse a los viejos y sus recetas (si, soy un mal ser humano por odiar a los viejos en algunas situaciones...casi todas...). Pero esta vez entró una chica... una pendeja... calculo que tendría unos 17 años... Yo estaba detrás de la caja, así que tenía una vista panorámica de todo lo que cruzaba la puerta. Si bien había otra persona en el mostrador, ella se acercó a mi. Me dijo "hola". Le devolví el saludo y seguí en lo mio, pero su nerviosismo era tal, que llegó a incomodarme. Miraba hacia los costados, se refregaba las manos. Quería hablarme, pero yo no la miraba y luego entendí que no se animaba a llamar mi atención, prefirió esperar, supongo que buscando un poco de tranquilidad dentro suyo. Pero de la parte oculta de la farmacia salió mi abuela, y ella la iba a atender. Se acercó y en un tono considerablemente bajo dijo "me da un presrbrrghbtivo". Y mi abuela, que a esta altura no creo que siga haciendo juicios de valor para sus adentros, la atendió con naturalidad.Y como una exhalación, la chica se fue. "Pobre, la hubiera atendido yo".

"bueno bueno.... en un ratito me voy a laburar y no salgo hasta las doce asi que supongo que la respuesta al mail antertior es no..... en fin.... un dia como hoy hace un año fui a un mcdonalds y me quede dormida. depronto me desperto una voz y eras vos.... me pone un poquito triste que ahora seamos como extraños, pero como dejar pasr esta fecha sin decir algo?....parece que hoy tambien va a llover. un besito."

La vida es un poco difícil cuando uno es invisible.

Durmiendo con el enemigo.

Hacía demasiado frío como para estar bajandose el pantalón y la bombacha, pero las ganas de mear eran más fuertes que todos eso. Y debo reconocer que había cierta sensación de "confort" cuando las telas volvían a tapar todo lo que tenian que tapar y empezaba a vovler el calorcito. Así que todavía un poco envuelta en esa sensación, salí y caminé unos pasos. Casi no podía tener los ojos abiertos, aunque ya hacía unas horas que me había levantado y el frío luchaba por atravesar mi campera, buzo, y dos camisetas. Pero cerrar los ojos mientras caminaba me gustaba y era algo que solía hacer por aquellas épocas. Miré esa especie de pasillo que tenía que atravesar y estaba vacío. Por la mitad, estaba la puerta de calle y enfrente una secretaría. Al final, en un patio, unas chicas sentadas. Cerré los ojos y empecé a caminar, ya lo había hecho varias veces. No perdía el equilibrio ni me desviaba y por momentos, realmente sentía que flotaba. Pero esa vez, fue distinta a las otras. De pronto, un obstáculo detuvo mi andar. "Uy, no! Me choqué la pared", pensé. Y la idea de tener que incorporarme, abrir los ojos, mirar a mi alrededor para evaluar la situación y seguir caminando hasta mi destino final me generaba más cansancio del que ya tenía. Como venía caminando muy despacio, no fue un impacto muy brusco y decidí, simplemente, quedarme ahí, descansando. Ahora trato de imaginarme como se vería la situación, una mina en el medio de un pasillo parada contra una pared durmiendo... En ese momento, no solo no lo pensé, sino que además quise apoyar la cabeza para relajar el cuello y estar más cómoda todavía. Y mientras estaba apoyando mi cabeza.... la pared me agarró la mano. Chan! Abrí los ojos en una fracción de segundos... y la pared...era un chabón! Me miró con cara rara. Medio torpemente traté de alejarme, ya que estaba totalmente apoyada sobre él, cabeza con cabeza incluido. Creo que atiné a disculparme y me alejé lo más rápido posible, ni siquiera miré atrás a ver si él seguía mirandome... Tampoco sé si alguien me vio... Vergonzosamente detestable...

Me preguntó si le tenía miedo al sida o a quedar embarazada. Y yo le dije que sabía cuidarme. Y enseguida pensé: "Qué forro, Qué pastilla te tomás para que te quieran?".
Me subí al auto y lo vi ponerse sus anteojos y el cinturón de seguridad. Le pregunté, "Yo también me tengo que poner el cinturón?". Y él dijo "Si, pero primero me vas a tener que dar un beso". Y fue un muy buen beso.