Cuál es la de plástico, cuál es la de vidrio?

Dormía. Mejor dicho, trataba de dormir. El calor era abrumador. Mi celular hizo su ruido que indica mensaje de texto. Entre dormida, lo miro. Mi hermano decía: "Griselda está perdida en once". Confundida, le contesto: "¿Qué querés que haga? Estoy en el chaco...". Otro mensaje: "No se. Llamala o algo, porque está perdida en once". Me despierto. Había sido un sueño. Pienso, ¿quién es Griselda?
Pasan los días. Imagino engaños, historias de amores furtivos, nombres de barcos. Hablo con mi hermano. No conoce ninguna Griselda, yo tampoco. Una amiga me dice que puede ocurrir que ese nombre sea una construcción. Pienso, nada. Estoy a la expectativa, sé que algo sucederá y dará sentido a mi sueño.
Mi papá, quien sabe del sueño, viaja a Buenos Aires. Vamos a buscar un auto con él y mi hermano a avellaneda. Volvemos. Mi hermano en su auto, nosotros en el nuevo. Mi papá, desacostumbrado a manejar por Capital mira todas las calles. Cada tanto perdemos de vista a mi hermano. En un momento dice: "Acá se te perdió Griselda". Estamos en once. Pienso en mi amiga diciendome que el nombre es una construcción. Recuerdo la patente que tuve hace unos 20 minutos en mis manos. GXW. Le comento mi descubrimiento. Él me mira incrédulo. De pronto, viene a mi mente una imágen de la parte trasera del auto. Sólo veo una cosa "Gol". Pregunto: ¿Este auto es un Gol?. Él dice: "Sí, un Gol power". Comprendo todo. El auto es Griselda! Estamos en once, mi hermano a la vista. Pienso que es probable que lo perdamos, pienso que puede ocurrir algún accidente o contratiempo. Me tranquilizo al recordar que tengo el cinturón puesto. Nada va a pasar, Griselda es el auto.