Friday, January 04, 2008

 
Hoy llegamos al campo. Me gustaría poder capturar lo increíble de este lugar. Tiene sabor a cosa conocida, a soledades, a lugares especiales. Podría estar horas escribiendo acerca del campo y su particularidades, la gente, las costumbres. Me voy a limitar a la experiencia de éstos días. Vinimos en la camioneta. Yo no tengo guita para viajar en taxi y me tengo que comer el garrón de andar en bondi para todos lados, pero mi papá tiene dos camionetas, un auto y se acaba de comprar otro. Esta camioneta me gusta. Tiene aire acondicionado y creanme que en el chaco, es como tocar el cielo con las manos. Fue un lindo viaje. Las típicas charlas que pasan por los temas: Clima, novedades/chismes del lugar, campos aledaños, istoria familiar y siempre hay algna parte enciclopédica tipo cátedra. esta vez, aprendí sobre bebidas alcoholicas. Tomamos mate, hecho y cebado por mi. Vimos como llovía a lo lejos, que siempre me resulta sorprendente. Por suerte, logramos llegar sin agua.
Intercambiamos algunas palabras con Mary (por ahora no voy a explicar quién es) y vinimos a la casa. Siempre me pareció hermosa la casa. Si bien el campo tiene 114 años, la casa debe tener entre 70 y 80. Una de las cosas que siempre me llamó la atención es que a esta casa la pintaron una sola vez, cuando la construyeron y si no fuera por los túneles de las termitas, la pintura sigue intacta. Es una pintura que hacían unos indios. No sé qué secreto habían descubierto, pero lograron hacer una pintura que duró 70 años en una casa en el medio del campo. allá por la década del 60, los truchos que venden pinturas que duran 10 años con suerte y viento a favor, hicieron desaparecer a los indios.
Descargamos el auto rápido y a los pocos minutos, la tormenta amenzaba. "Por favor que no se corte la luz" Pensé. Mientras acomodabamos las cosas, mi papá me pidió que limpiara la heladera.
Les hago una pequeña reseña acerca de las heladeras en este lugar. Siempre hubo dos heladeras: una en la alacena y otra en el living. El detalle es que la heladera del living era una siam de la época de mis abuelos que ya no funcionaba muy bien. Se conservaba porque cuando veníamos de a muchos, la otra no daba a basto. La de la alacena era un poco más moderna, pero siempre tuvo 3 problemas: Era chica, perdía agua y no cerraba (trababamos la puerta con un tronco). Acá quiero decir que la del living tenía un sistema de cierre tipo freezer de frigorífico y en sus ultimos tiempos no abría. Dos heladeras, una no abría, la otra no cerraba.

Comments:
Hitoria familiar, con H
Bueno, sepan entender.. o no...
Saludos.
 
Estimado lector de "Cuál es la de plástico, cuál es la de vidrio?": Sepa disculpar la torpeza de la autora, que ha osado escribir historia sin H, y cuando se proponía enmendar su error, escribió historia sin S. Las fiestas, los reyes y las vacaciones están haciendo efecto. Gracias.
 
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