Wednesday, May 14, 2008

 
Hoy voy a hablar de Horacio.
Los primeros días de clase es difícil conseguir un lugar en la atestada facultad. Así, uno pasa algunas semanas rebotando por distintas mesas hasta que encuentra una dónde quedarse. Es entonces cuando las caras comienzan a repeitrse. Los que se transformarán en nuestros compañeros más cercanos, a quienes les preguntaremos cosas y con quienes compartiremos opiniones sobre trabajos comienzan a perfilarse. Incluso, aquellos que serán nuestros futuros amigos. Yo caí en la mesa de Horacio.

Acá quiero aportar un dato no menor. Sucede que a mi, en la facultad se me pegan los raros. Aunque no quiera, aunque me esfuerce por alejarme y no mirarlos ni hablarles, ellos terminan acercandose. Pero soy mujer del empirismo, vamos a los ejemplos que constatan mi teoría.

Ejemplo 1: Año 2005. CBC de arquitectura. Segunda clase de proyectual, 200 personas en un taller escuchando atentamente lo que dice un profesor. Todos inmóviles, atendiendo cada una de sus palabras. Percibo un movimiento a lo lejos. Estoy en lo que podría llamarse el fondo del taller y alguien abre la puerta, que está al frente. La veo. Pelo amarillo casi blanco, medio largo, tapado negro hasta el piso, borcegos negros. Mira a todos con recelo, nadie la nota. Por un segundo creo que solo yo detecté su presencia. Camina por el costado del aula. La observo, no entiendo. Pienso "¿Esta mina que onda?". No solo se sentó al lado mio, sino que me habló, me trató bien, nos hicimos amigas, me mostró su mundo lleno de particularidades tan distintas a las mias. Es de las personas que recuerdo con más cariño del cbc.

Ejemplo 2: Año 2007. Ya en la carrera, materia diseño. Esta vez somos menos. Estamos en un pequeño entrepiso. La veo. Imposible no verla. Pelo corto negro, ropa negra, una cruz plateada enorme colgada del cuello. Me digo para mis adentros en broma "Ahí esta mi futura amiga". Pero en realidad está muy lejos y yo, que ya habia comenzado a elaborar mi teoría, estoy dispuesta a refutarla. Nos dividen en grupos, con horror advierto que ella se dirige hacia mi mesa. No la miro, no le hablo, estoy decidida a tener amigos normales en esta materia. Empezamos a trabajar. Me encuentro con una mina con la que cursé otra materia. No me cae de maravillas pero es mejor que la rara. Creo que no pasaron ni 20 segundos y ya estaba en una conversacion entre la insoportable, la rara y yo. Algo salió mal. Me voy a mi casa un tanto perturbada, pensando porqué no podre hacerme amigos normales. Dejo la materia, con lo cual no me hice amiga de ella. Sin embargo, no es suficiente para refutar mi teoría, ya que no sabemos que hubiera pasado de haberla seguido. Al poco tiempo, me la encuentro en otra materia. Me saluda con un beso. Teoría comprobada.

Volviendo a la actualidad.
Yo había notado a Horacio desde el primer día de clases. Parecía un personaje salido de otra época. Parece haberse quedado en los 90 con un touch de miranda y reminiscencias egipcias. Así de compleja es horacio. Sí, horacio es ella.

Y el asunto acá no es tanto describir su vestimenta. Porque yo podría hacerlo y ustedes tendrían una idea aproximada de cómo se ve y aún así, no terminarían de entender. Imaginen unos jeans tiro alto medio flojitos con una camisita sin mangas fucsia hasta el ombligo. O una camperita tejida colore verde manzana de mangas cortas, hasta el ombligo con cierre. O una campera de jean toda bordada y otra con mini tachitas aplicadas. Todo eso coronado con una cabellera frondoza onda mal teñida, rulos y flequillito con brushing. Voz grave, de yapa. Pero el bonus track que se lleva todos los premios es la mochilita negra con peluche rosa escrita, con bichitos colgando combinada con una carpeta celeste con una mariposa gigante pintada a mano.
Acá quiero hacer una aclaración y es que no pretendo para nada ser despectiva en al descripción. Simplemente quiero trasmitir el asombro y perplejidad que me produce con sus elecciones vestimentarias.

Continuará...

Comments:
los raros tienen toda la onda, le dan el toque diver a la masa común de las aulas...

igual no coincido en que alguien sea raro por su modo de vestir y combinar la ropa... algunos de esos 'raros' forman parte del colectivo y lo único que hacen es disfrazarse y lookearse como tales (raros) para hacerse los personajes... de modo pretencioso...

polémica!

lo importante es el mate, la diferencia radica ahí, no en la ropa... las amistades no pasan por ahí tampoco, yo no me acerco a alguien por su ropa... mmm...
alguna vez en concreto tal vez

no sé
tb es cuestión de actitud
no lo que lleves sino cómo lo lleves... bla...

no estoy tan de acuerdo con que la identidad radique en la manera en la que uno se viste, creo que es sumamente parcial, relativa... y algunas otras cosas que harían que te sintieras atacada y no da...

igual
cada loco con su tema
a mí me encanta la ropa
pero no me convencen tus últimas teorías

igual te quiero, la prueba de esto es que me leí todo, como siempre :)

un beso
 
Este blog acepta opiniones. Incluso opositoras.
Te mando un beso grande.
 
Jajaja... hay cada personaje en la fadu!!!

me gusta leerte nena!!

besos
 
Horacio es ella? Wow, con eso y las cosas que tiene clasifica: camino a freak.
 
Martin: Gracias! Besooo

Don físico: Frak se queda corto...
Y bienvenido.

Gracias por los coments!
 
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