Wednesday, May 28, 2008

 
La esquizo.

No iba a hablar de ella. Sin embargo, el lunes eligió un atuendo que le hizo ganar un lugar en el blog y en el corazón de todos, claro.

Primer día de clases. Flaquita de esas que les saltan los huesos, no muy alta, pelo negro, largo. Vestida con: minifalda escocesa amarilla y marron (oh, si. Una combinación así de horrorosa existe en el universo) y campera que le quedaba ENORME color verde manzana. Obviamente, fue imposible no notarla. Aún así, lo que más me llamó la atención fue su mirada, sus gestos, su expresión. Parecía estar constantemente turbada. Como si miles de voces le gritaran cosas a la vez dentro de su cabeza. Así nacía la esquizo...

A la clase siguiente la veo con algo que parecía ser un vestido de esos que usan las viejas, color cremita clarito. La semejanza con una camisa de fuerza me resultó particularmente interesante. Y cuando en sus pies vi unas "zapatillas" tipo de lona pero de vinilo y altas hasta la rodilla entendí que algo no andaba bien en este personaje.

Algunas veces, simplemente viene con un jean y una remera o una combinación similar que no llama la atención. Esos días su expresión es de lo más caótica, tenebrosa.

Un día, le tuve miedo. Tenía una remera tipo deportiva, común gris. Sobre eso un vestidito blanco tipo Marilyn, unas calzas negras, medias de red negras y zapatillas. Para rematar, se había hecho un rodete con un palito. Me pasé toda la clase imaginando que en un ataque psicótico de furia se sacaba el palito y se lo clavaba a alguien hasta matarlo/a. Ese día tuve la absoluta certeza de que ella era simplemente, esquizo. La imaginé despertandose a la mañana y que cada una de las voces en su cabeza le elegía una prenda distinta y ella se las ponía. No había otra manera de conformar su "outfit".

Sin embargo, su momento cumbre fue el lunes. Recorriendo el taller, la diviso. Estaba cerca. Logro ver algo que parecen unos tiradores y un pantalón de tiro muy alto. Me imagino que se puso uno de esos pantalones horrendos que están de moda. Me resulta extraño, la esquizo es incapaz de seguir la moda. Me alejo, la observo desde una distancia en la que estoy fuera de peligro. Y acá quiero decir que juro por mi vida que esto es real. Fue a la facultad con un enterito para esquiar. Sisisisisi. De esos que te dan en bariloche cuando te vas de viaje de egresados. De esos que son tan absolutamente ridículos que si no fuera porque la nieve es infernalmente fría no te lo pondrías ni en pedo. De esos que no existe que cualquier ser humano normal y equilibrado use en la vida cotidiana de una ciudad. Por supuesto, la remató con un pulovercito amarillo maíz abajo, adentro del enterito.

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