Cuál es la de plástico, cuál es la de vidrio?

En retiro había mucha gente, más de la que esperaba. Fui al baño, esperé unos minutos y mi micro llegó. Mi mamá quería que me subiera rápido. Siempre que me voy de viaje tengo una sensación rara. Como si dejara cosas importantes, cosas pendientes. Al final, siempre termino pasandola bien. Pero yendo a retiro, me invade una sensación de vacío. Supongo que tiene más que ver con otros viajes, en otro momento de mi vida.
El micro dice "suite premium". Suena prometedor. Tiene almohada, mantita y cortinas para separarte del pasajero de al lado. Al poco tiempo de haber arrancado, sirvieron la cena. No espero mucho de la cena de estos micros. Generalmente es pasable. Nada exquicito, nada gourmet, pero bastante buena considerando la situación. La primera bandeja tiene los cubiertos, grisines, un pan, una entrada y un postre. Después, traen la bandeja de comida caliente.
La entrada nunca es muy excitante. Esta vez, unas fetas de fiambre (dos) y medio tomate relleno (bastante más rico de lo que me imaginé). El postre me desilusionó. Suele ser natilla o esos postrecitos de vainilla o chocolate (que me encantan!), pero esta vez era algo así como una galleta/brownie.
Llegó la comida caliente. Abro el "cosito" de aluminio y Oh!! Sorpresa!! Era un arrollado de pollo con papas fritas. La sorpresa fue mayor cuando descubrí que estaba riquísimo. Pero rico en serio. No "rico para lo que suele ser la comida de micro", rico como que "ojala yo comiera eso en mi casa". Mientras me deleitaba con las papas (cuánto hacía que no comía!) pasa la terramoza (como les dice mi hermano) ofreciendo bebidas. "Desean gaseosa, tinto, a..." "Yo quiero tintoo!!" gritó la vieja de al lado. Ni la dejó terminar. Je. Lamentablemente, esta señora estaba con su ñieta y todos sabemos lo insoportables que pueden ser las conversaciones abuela/borraca - ñietade10años en los viajes en micro.
Terminé mi cena y fue la hora del postre. No le tenía mucha confianza. Sin embargo, descubrí que se trataba d eun pedacito de bizcochuelo bañado con..algo. Lo de arriba no era rico, pero el bizcochuelo estaba bárbaro. Depsués, ví que a la vieja borracha le tocó un pedazo considerablemente más grande. Apagan la luz, película de guerra. Buuu. Me voy con mi mp3.

UPDATE: Ah, nono. Esto es genial. Parece que la típica tablita del orto que simula aportar algo de comodidad a la hora de apoyar las piernas, en este caso se levanta!! Sisisiis, como leyeron, se levanta. Juju!! Esto es lo más!!

Feliz navidad.

Muria: Y el samballón lo hacen con huevo de oporto....
Hermano que cuando eramos chiquitos a veces era malo: Ah, si? Y qué pájaro es el oporto, boluda?

Él: ¿Y ahora es tarde?
Yo: Está con una mina...
Él: ¿Y eso que significa?
Yo: ....
Más tarde en el colectivo, lo pensé mejor. Significa que cuando esta laburando, aburrido y cansado, piensa en ella y sonrie. Que le manda mensajitos para saber cómo está. Que se muere de ganas de verla. Que siente su perfume y se siente enteramente feliz. Que va descubriendo cosas de ella. Que se imagina una vida con ella. Y todo eso taaan fucking maravilloso que nos pasa cuando nos enamoramos.

CRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISISCRISIS

Todo el mundo, pero tooooooodo el fucking mundo tiene que estar enamorado?!?!?!

Los odio.

Mueranse.

aaaahhhhhh, si! no me quería olvidar de mi cartita a papá noel.

Querido papa noel:
Para esta navidad quiero que me regales no tener que pensar nunca más.
¿Podemos coordinar para que alguno de tus renos me patee la cabeza o algo así?

Soledades y algo más.

Era alrededor de la una y volvía de una cena. Fue una linda cena. Abrí la puerta del ascensor y un rayo amarillo se me cruzó e hizo ruido de rascar. Prendí la luz. Un gato.
"Micho! ¿De dónde saliste?". "Miau". Me acerqué con intención de acariciarlo pero subió las escaleras "volando". Subí rápido y cuando lo vi estaba paradito en un fierrito casi apunto de caerse a un precipicio de 7 pisos. Sentí pánico por él. Le temblaban las patitas. Le acerqué mi mano despacito, se la puse cerca de la boca, me olió y me dejó acariciarlo. Tenía el pelo muy muy bien, estaba bien alimentado, era un macho joven. Trató de moverse y le temblaron las patitas otra vez. "Vení, micho..." Lo alcé y lo bajé. Se alejó, maulló un par de veces, se sentó. Me senté yo también, a mirarlo. Le estiraba la mano y en un momento se acercó para que le hiciera unos mimos. Se alejó otra vez. Trataba de pensar alguna manera de asegurarme de dónde era para tocar el timbre y devolverlo a sus dueños, pero estaba como perdido... no se acercaba a ninguna puerta... Tuve el impulso de meterlo en mi casa, pero supuse que iba a ser peor. Nos mirabamos un poco alejados, tenía los ojos enormes. Y yo cada tanto, sentada en el piso de algún palier decía "Micho...". Escuché unos ruidos arriba, subí a ver si era alguien buscandolo, pero solo había una puerta abierta, que da a la terraza. Bajé a buscarlo, él subió y desapareció.