Cuál es la de plástico, cuál es la de vidrio?

Dibujando en dibujo (3)

Como plan B se me había ocurrido sentarme cerca de él en una teórica. Los lugares ahí son mas aleatorios y no importaba si estaba sola o con mis compañeritos. Tenia que esperar una teórica, que en esa cátedra no eran comunes.
Otra alternativa al plan era acercarme cuando volviesemos de una teórica ya que era básicamente como mezclar y dar de nuevo. Entonces podía llegar a pergeniar alguna manera de quedar cerca de él.
En medio de mis planes siniestros, la profesora nos anunció que el próximo trabajo iba a ser de a dos. Mi oportunidad había llegado. Tenía que moverme con cautela, observar, saber manejar los tiempos , los contactos. Era una única chance que tenía para lograr mi objetivo. Tenia que usar ESE trabajo para acercarme a él. Además, era una oportunidad única de laburar juntos, conocernos, compartir algo, tener un lazo indiscutible, tal vez, hasta reunirnos en horario extra curricular. Era lo que había estado esperando...

Dibujando en dibujo (2)

Así comenzó un arduo trabajo de inteligencia. Fiché que no tenía una mesa fija. Simplemente, llegaba y se sentaba en alguna vacía. Uno de mis planes era llegar, sentarme en su mesa y "casualmente" empezar a hablarle. Yo venía del laburo por esas épocas y cuando llegaba ya estaban todos mis compañeritos de mesa. ok. Primer problema detectado. Tenía que llegar algún día muy muy temprano. Un solo día bastaba. Fue entonces cuando la suerte tocó a mi puerta. Me pude ir a horario del laburo, el bondi vino rápido, no engachamos embotellamientos. Estaba llegando de día a la facultad, feliz. Pensando "hoy voy a hablar con él". Segundo problema. Una de las chicas venía de no se dónde y estaba todo el día en la facu o sea que siemrpe llegaba como una hora antes y se sentaba en una mesa SOLA y esperaba a que llegaramos los otros. Por lo tanto, enganchar a mi enamorado en una mesa solo iba a ser imposible...

Continuará...

Era nuestra primera salida. Sin embargo, él me agarraba la mano, me abrazaba y besaba en medio de todo el mundo. Caminabamos por la calle. Él se paró, me acercó hacia él. Me abrazó. Nos miramos unos segundos. "Sos hermosa, no quiero que te pase nada". Me agarró la cara con las dos manos y me dió un beso largo.

¿Sabés una cosa? Tu deseo no se cumplió.

Dibujando en dibujo.
Una vez hablando con un muchacho, le pregunté cuál era su estrategia para levantarse una mina. Él me contestó que según la situación iba dibujando.
Voy a contar algo que me pasó cursando dibujo en el cbc. Yo tenía muchos amigos. Me gusta tener amigos en la facultad. Eramos un grupo de 6 que compartíamos la mesa y además charlaba con muchos otros desperdigados por ahí. En el segundo cuatrimestre todos tenían grupitos armados, pero él no. Tenía unos ojazos que harían que el universo se parta al medio y estaba siempre solo. Era el típico chico conflictuado, solitario, desarreglado. El James Dean del siglo XXI. Yo lo miraba y pensaba "¿Cómo voy a hacer para hablar con este pibe?". Porque si hubiera tenido amigos me podía acercar, hablar con todos, preguntar alguna boludez. Pero él estaba siempre solo, era un gran desafío.
Empecé a elaborar pequeños planes, pero todos incluían circunstancias semi imposibles. Me di cuenta que iba a tener que esperar atenta al momento adecuando. Cuando se presentara una oportunidad iba a tener que saber reconocerla y dibujar.

Continuará...

Nuestro supervisor siempre nos regalaba chocolates y alfajores. Yo nunca los aceptaba, argumentando que no me gustaba el chocolate. Entonces, él preguntaba qué me gustaba y yo respondía: chupetines. Luego de un tiempo, los chocolates y alfajores habían desaparecido, reemplazados por los chupetines. Todo el proyecto se tenía que bancar mis chupetines. Esto que les voy a contar ocurrió mucho antes de que aquello sucediera. Una de las primeras veces que rechacé sus golosinas.
Era sábado a la tarde. No había llamados. Eramos pocos. Llegó y se puso a repartir chocolates.
Yo: No, gracias.
Él: Pero es un regalo....
Yo: Si, pero no lo quiero.
Él: ¿Porqué?
Yo: No me gusta el chocolate....
Media hora después, estaba sentada de espaldas a mi computadora, mirando al pasillo. Charlabamos entre varios. Él supervisor estaba desaparecido desde hacia como media hora.
De pronto, aparece caminando, feliz. Agarra una silla y se sienta adelante mio. Me mira sonriendo. Lo miro algo desconcertada. Con la mirada me señala un bolsillo en su camisa de jean. Miro, hago cara de no entender. Y como un mago frente a un grupo de niños saca un chupetin de su bolsillo y lo pone frente a mis ojos. Mientras intento reprimir una sonrisa escucho "Mirá lo que te conseguí...."
Algunas pequeñas cosas hacían del trabajo en un call center algo soportable.

Abuela: ¿Este es el trapito que usas para limpiar los vidrios?
Mamá: No, mamá. Es el piyama de Mariana...